Los movimientos de ladera son movimientos gravitacionales de materiales superficiales y son el origen de cuantiosos daños, personales y materiales.
Los factores que influyen en su dinámica y que constituyen el origen del riesgo pueden ser:
- Naturales: la pendiente, la naturaleza del terreno, su saturación por la infiltración del agua por lluvias y los movimientos sísmicos.
- Antrópicas: las actividades humanas sobre deslizamientos antiguos que pueden removilizarse, la deforestación y la urbanización que facilitan la circulación del agua superficial y las modificaciones de las pendientes para construcciones.
Los movimientos de masas de materiales que pueden ser de varios tipos:
- Deslizamientos: movimientos de masas rocosas sobre una superficie de fractura como una falla.
- Avalanchas: movimientos rápidos de masas de tierra o fragmentos rocosos.
- Flujos: movimientos de materiales bastante sueltos que se comportan casi como fluidos por el agua que contienen.
- Aludes: deslizamientos de masas de nieve en zonas de fuerte pendiente, con tamaños y recorridos variables. Se originan por lluevias, aumento de temperatura, desplazamiento de grietas, vibraciones, explosiones, etc.
- Desprendimientos: caídas de bloques rocosos por la acción de la gravedad.
Las medidas de predicción se basan en la observación y estudio de las laderas mediante marcas que indiquen desplazamientos, cambios de convexidad de la ladera o deformaciones en el crecimiento de la vegetación.
Las medidas de prevención y corrección pretenden controlar los fenómenos de la ladera, para prevenir los posibles movimientos de masas de materiales y así minimizar el riesgo. Entre ellas destacan:
- Aplicar medidas de contención mediante muros, redes y anclajes.
- Medidas de resistencia del terreno, mediante anclajes de la superficie.
- Drenajes para disminuir las avalanchas de agua, y revegetación para evitar la erosión.
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