Los diapiros se originan por la existencia de masas de sales (halita o yeso) acumuladas en extractos que tienden a ascender por su baja densidad, provocando inestabilidad del terreno que puede afectar a las construcciones.
Para prevenir sus efectos, es necesario evitar la infiltración de agua para evitar la disolución, o inyectar materiales sólidos en los huecos que forman.
miércoles, 19 de mayo de 2010
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